Bienvenidos a mi ático un día más, hoy hablaremos sobre los tipos de Cloud Computing: El Iass o Infraestructura como servicio, el PaaS o Plataforma como servicio y el SaaS o Software como servicio. Dicho esto, empecemos:
Primero definiré en qué consiste cada tipo de una forma jerárquica ascendente, es decir, empezando desde lo más profesional y que no está al alcance de los conocimientos de cualquiera a lo más básico que podemos usar todos sin problemas.
En la base de la pirámide se encuentra el IaaS. Esta es una forma de computación en la nube donde se ofrece a los clientes recursos físicos y virtuales, como pueden ser máquinas virtuales, cortafuegos, sistemas de almacenamiento, etc... para que el cliente cree su propia infraestructura. Este tipo de nube es usada principalmente por programadores ya que el proveedor les da las herramientas para crear su propia infraestructura y en ella tienen que instalar el sistema operativo y las aplicaciones que necesiten.
Las ventajas de usar el IaaS son la rapidez a la hora de la instalación, la facilidad que tiene el cliente para desplegar sus aplicaciones y la flexibilidad en relación a la infraestructura que necesita el cliente. Sin embargo uno de los mayores problemas que tiene es que al estar externalizado el servicio, es más complicado recibir soporte técnico en caso de error.
Algunos ejemplos de Iaas pueden ser Amazon EC2 o Azure Virtual Machine.
El siguiente en el escalafón es el Paas. En este tipo de Cloud Computing el usuario puede desarrollar, ejecutar y administrar aplicaciones si tener que preocuparse por la infraestructura que haya debajo. Así los desarrolladores solo tienen que preocuparse por la programación de las aplicaciones y no de la configuración del software ahorrando así tiempo y recursos.
Las ventajas de usar esta forma de computación son la facilidad que aportar a la administración de la plataforma y la sencillez a la hora de permitir un desarrollo propio. Por otro lado, es un sistema muy dependiente del proveedor que contrates y al almacenar datos en un lugar ajeno a ti puedes estar poniendo en riesgo la confidencialidad de estos.
Por último, el SaaS. Es un modelo de distribución de software por el cual otros desarrolladores ofrecen ciertas aplicaciones a través de Internet de forma que son accesibles para las personas. Esto lo usamos a diario como por ejemplo cuando nos metemos a Facebook o al ver una película en Netflix.
Los desarrolladores se encargan de todo lo relacionado con el Iaas y el Paas para crear aplicaciones que podamos usar los que no tenemos a penas conocimientos de informática o programación.
Las ventajas de el Saas son la reducción de costes que supone; al no necesitar gastar ni tiempo ni dinero en crear la aplicación porque ya viene hecha, la escalabilidad y la facilidad de uso. En contrapartida puede dar problemas a la hora de integrarse con aplicaciones que ya existiesen en la organización y la gran dependencia del proveedor.
Algunos ejemplos de SaaS son Instagram o Twitter.
Ahora que sabemos un poco mejor qué es cada cosa pasemos a diferenciarlas entre sí.
Una de las principales diferencias es la seguridad. En el servicio Iaas, la seguridad de la infraestructura recae en el proveedor de la nube, sin embargo, si el cliente instala aplicaciones peligrosas en la infraestructura el culpable sería el cliente. Si contratamos una SaaS el proveedor es el encargado de poner todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la información de los clientes como ocurre en dropbox, donde son ellos los que se encargan de proteger lo que has almacenado en sus servidores.
Otra diferencia es la ubicación de los servicios de la nube ya que dependiendo de la distancia a la que nos encontremos de los servidores de nuestro proveedor el tiempo de latencia puede ser mayor o menor. Cuanto mayor sea el tiempo de latencia más tardará en cargar una página, por ejemplo. A la hora de desplegar una infraestructura Iaas puede optarse por un proveedor local para disminuir la latencia, pero no ocurre lo mismo con los servicios SaaS ya que en la mayoría de casos están hospedados en estructuras a miles de kilómetros de distancia.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
Ahora que sabemos un poco mejor qué es cada cosa pasemos a diferenciarlas entre sí.
Una de las principales diferencias es la seguridad. En el servicio Iaas, la seguridad de la infraestructura recae en el proveedor de la nube, sin embargo, si el cliente instala aplicaciones peligrosas en la infraestructura el culpable sería el cliente. Si contratamos una SaaS el proveedor es el encargado de poner todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la información de los clientes como ocurre en dropbox, donde son ellos los que se encargan de proteger lo que has almacenado en sus servidores.
Otra diferencia es la ubicación de los servicios de la nube ya que dependiendo de la distancia a la que nos encontremos de los servidores de nuestro proveedor el tiempo de latencia puede ser mayor o menor. Cuanto mayor sea el tiempo de latencia más tardará en cargar una página, por ejemplo. A la hora de desplegar una infraestructura Iaas puede optarse por un proveedor local para disminuir la latencia, pero no ocurre lo mismo con los servicios SaaS ya que en la mayoría de casos están hospedados en estructuras a miles de kilómetros de distancia.
Aquí os dejo un formulario para que contestéis un par de preguntas muy fáciles. Muchas gracias.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os haya gustado y hasta la próxima.
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